jueves, 21 de noviembre de 2013

Conclusion del Tema

Como grupo llegamos a la conclusión que la juventud guarda un potencial que le capacita para el cambio, pero la dirección de esos cambios no está clara para ella misma, pues vive en un mundo que supone fantásticas conquistas y terribles fracasos. Un mundo de constantes transformaciones tecnológicas de producción, comunicación e informatización.
Este mundo juvenil es un mundo donde reina la individualidad. Se puede decir que los jóvenes asumen el punto de vista de la modernidad en la cual la secularización (desacralización de las diversas esferas de la cultura, incluida la religiosa), la subjetividad (el individuo como valor en sí) hacen de cada individuo la fuente de leyes y costumbres. Existe una gran capacidad del individuo para decidir sobre sus actos y futuro. Pero frecuentemente les faltan convicciones profundas y apoyo ideológico que fundamenten esas decisiones. Personalidades "gelatina" sin espina dorsal fuerte y definida.
Los jóvenes tienen una gran preocupación por la situación social y su percepción es que la sociedad es injusta, problemática y desigual. Que las desigualdades entre las clases son provocadas por factores socio-políticos y económicos y esto ya es un paso para poder luchar por una sociedad más justa, aunque ellos no encuentren el camino para hacerlo. La sociedad precisa tomar en serio las experiencias juveniles y reconocer que el joven es un actor importante en la escena pública, para desmontar la imagen de que el joven es alienado o violento.


Los jóvenes tienen derecho a soñar y nadie puede arrancar ese derecho. Hoy más que nunca es necesario soñar.

Situacion de la Juventud en Chile

Integración Funcional de la Juventud:
Educación y Trabajo
Los jóvenes de 15 a 19 años mantienen características similares en cuanto a nivel educacional, situación laboral, independencia residencial y paternidad/maternidad. Esto se explica por las altas tasas de cobertura y la obligatoriedad de la educación secundaria (Ghiardo y Dávila, 2008), lo que significa que una gran proporción de la población de ese rango etario se encuentre estudiando (81%), sin buscar empleo (75%), viviendo
en su hogar de origen (94%) y se encuentra sin tener hijos (92%). En este sentido, las aspiraciones y expectativas de gran parte de los jóvenes coinciden en diversos aspectos, existiendo leves diferencias según el nivel socioeconómico y el sexo. Sin embargo, en jóvenes de 20 a 24 años de edad, es posible observar como la similitud en las trayectorias individuales del grupo de edad anterior comienza a desvanecerse en la medida que toman distintos caminos en sus vidas. Los estudios superiores se concentran en jóvenes de mayores recursos (73% en el nivel alto), mientras que la proporción
de quienes trabajan (44%) y se dedica a labores domésticas aumenta a medida que disminuye el nivel socioeconómico.

Juventud y Régimen Democrático:
Participación Social y Política en la Población Joven

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2012, el interés de las personas jóvenes en política es bajo. Sólo el 19% de las y los jóvenes se sienten interesados o muy interesados en política, al tiempo que el 81% está poco o nada interesado en política.
En relación con la evaluación que hace la juventud del sistema democrático, se observa que el apoyo otorgado a la democracia es relativamente autónomo del descontento político que manifiestan. De este modo, mientras el16% de la población joven está satisfecha con la democracia en Chile, un mayoritario 55% declara que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. Se constatan bajos niveles de confianza social y poca confianza en los actores institucionales del país. Sólo 17% de la juventud expresa un nivel de confianza alto en “la gente en general” y ningún actor recibe un nivel alto de confianza superior al 19%.

Sexualidad y Relaciones
de Pareja en la Juventud

Los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2012 muestran que el 71% de la población joven se encuentra sexualmente activa, registrando en promedio 1,6 parejas sexuales durante los últimos 12 meses. A su vez, la amplia mayoría se define como heterosexual, no obstante se registra que alrededor de 13% de la población joven prefiere no responder a la pregunta, advirtiéndose que para un importante grupo de la juventud la sexualidad, y en especial responder el asunto de la orientación sexual, es un proceso
en plena construcción.
En cuanto al uso de métodos de prevención de embarazos e infecciones, se estima que casi el 90% de la población joven ha utilizado algún tipo de prevención en su última relación sexual, siendo el condón y las pastillas anticonceptivas los métodos de mayor uso entre las y los jóvenes sexualmente activos. La principal justificación que señalan para su uso es la prevención ante infecciones de transmisión sexual y VIH.
El 54% de las y los jóvenes reconoce las principales conductas de riesgo efectivo de transmisión de VIH consultadas y sólo el 26% indica haberse realizado el examen que detecta la presencia de VIH-SIDA. El lugar donde se realiza el test, el modo de solicitarlo y la persona o institución con quien se debe contactar para su realización, son los principales aspectos donde la población joven declara requerir mayor información. En relación a la maternidad y paternidad durante la juventud, se observa que el 32%
de la población joven declara tener un hijo, condición cuya ocurrencia se distribuye desigualmente en la sociedad, concentrándose en las mujeres y en los segmentos más vulnerables. Por una parte, se aprecia que las mujeres son quienes han debido enfrentar la maternidad más tempranamente que los hombres; y por otra, son las y los jóvenes de nivel socioeconómico bajo y medio quienes experimentan en mayor proporción la maternidad/
paternidad. Esto impacta y diferencia las trayectorias individuales de quienes viven dichas situaciones, dificultando el alcance de niveles educacionales 
que les permitan mejores oportunidades de inserción laboral.
La calidad de las relaciones de pareja que los jóvenes establecen a partir de la identificación de situaciones de violencia al interior de esta forma de relación afectiva. Al respecto, se establece que un 16% de las y los jóvenes
que tenían pareja en el momento de la medición ha experimentado algún tipo de violencia en su relación de pareja. La situación de violencia más común experimentada es la de tipo psicológica (15%), a la que le siguen la violencia física (7%) y la de tipo sexual (1%).

Representaciones Juveniles
y Orientaciones Valóricas de la Juventud

La juventud presenta bajas expectativas con respecto al futuro del país, que se contrasta con el optimismo que presentan frente al futuro personal. A esta situación, se le suma la desconfianza en los mecanismos de integración que se asocia con bajos niveles de satisfacción en la democracia, bajo nivel de confianza en las personas y en los políticos.
En los últimos años en Chile, se ha acentuado el debate público sobre algunos temas emergentes que tienen que ver con orientaciones valóricas de las personas. El debate actual y la postura de los jóvenes frente a estos temas, permite vislumbrar que a medida que las generaciones jóvenes reemplacen a las más adultas, comenzarán lentamente a predominar visiones más liberales en estos temas. De hecho, los datos de la encuesta muestran importantes proporciones de jóvenes que están por apoyar la controversia en torno a los límites de algunas libertades individuales de las personas. Por ejemplo, 52% de las personas jóvenes apoya las uniones civiles entre personas del mismo sexo, 49% el aborto terapéutico y 48% la entrega sin restricciones de la píldora del día después. Paralelamente se ha producido una brusca caída en la proporción de jóvenes que se identifican con alguna religión, pasando de 91% en 1997 a 64% en el 2012. Esta caída afecta principalmente a la religión católica, que durante el mismo periodo exhibe una baja de 22 puntos porcentuales en su adherencia, alcanzando 47% en la última medición.
Por último, se advierte un creciente desinterés y desconfianza por la política y los sectores políticos tradicionales, de modo tal que la identificación con éstos ha disminuido 23 puntos porcentuales, pasando de 56% en el año 2006 a 33% en 2012.


Discriminación y Violencia

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2012, 34% de las y los jóvenes se ha sentido discriminado alguna vez en la vida, siendo el lugar de estudios el espacio donde las y los jóvenes declaran la ocurrencia de más situaciones de discriminación.
Sin embargo, la discriminación no afecta a todas las personas jóvenes por igual y es el componente socioeconómico el que revela las mayores diferencias. Casi un tercio de los jóvenes, hombres y mujeres, declara haber sido discriminado por algún motivo en particular durante el último mes anterior a ser encuestado, siendo las condiciones socioeconómicas y las de apariencia física las razones más frecuentemente atribuidas para explicar la discriminación que vivieron.
En relación con la violencia, 37% de las personas jóvenes ha sido víctima de violencia física y 35% de violencia psicológica. Las situaciones de violencia física que afectan a las y los jóvenes se dan principalmente en el lugar de estudios y en el contexto de conflictos con amigos y conocidos, mientras que la situaciones de violencia psicológica se dan principalmente en el contexto de conflictos con familiares. Por su parte, se identifica a tres grupos de jóvenes, que en virtud de su condición de minoría, son más vulnerables a sufrir situaciones de discriminación. Estos corresponden a homosexuales y bisexuales, personas con alguna discapacidad y aquellas que pertenecen
a un pueblo originario, quienes declaran la ocurrencia de más situaciones de
discriminación que el resto de la población joven.
Respecto a las actitudes discriminatorias de la juventud, aún cuando los niveles de tolerancia del segmento juvenil son los más altos de la sociedad chilena, existe un grupo importante de jóvenes (44%) que establecen mayor distancia con al menos un grupo minoritario de la población, principalmente de gitanos y personas con problemas de salud mental.

Consumo de Drogas Lícitas
e Ilícitas en la Población Juvenil

Los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2012 muestran que el 64% de los jóvenes chilenos ha consumido drogas, sean estas lícitas o ilícitas, durante el último año.
El 68% ha consumido drogas legales, el 18% drogas ilegales, mientras que el 28% de los jóvenes señala no haber consumido drogas de ningún tipo en los últimos 12 meses.
Las drogas más utilizadas son el alcohol (62%), el tabaco (49%), y la marihuana (17%).
La mayor parte de las personas que alguna vez consumieron drogas lo han seguido haciendo en el último año: 84%, 78% y 54% en el caso del alcohol, el tabaco y la marihuana, respectivamente.
En general, el consumo de drogas lícitas e ilícitas es mayor entre los hombres que entre las mujeres y en el grupo de jóvenes entre los 20 y 29 años. A su vez, el consumo de sustancias legales se presenta de manera transversal en todos los niveles socioeconómicos, mientras que el consumo de drogas de ambos tipos se concentra en los segmentos más altos de nuestra sociedad.
En cuanto a las situaciones de consumo, los jóvenes tienden a vincular el consumo de drogas con instancias de diversión y reunión con los amigos, fundamentalmente en espacios privados. Cerca del 40% de la población que declaró haber consumido otras drogas, además de cigarrillos y alcohol, señala que consume “Cuando carretea en casa más piola y tranquilo” y “En carretes prendidos/intensos con harta gente”.
Finalmente, en cuanto a las prácticas de riesgo experimentadas por la juventud se advierte que parte importante de los jóvenes declara que al menos una vez se “Ha subido a un vehículo motorizado conducido por una persona que ha consumido alcohol”. Hombres y mujeres de estratos sociales  más altos son quienes se exponen mayoritariamente a este tipo de situaciones.

Seis retos que enfrentas los jóvenes en Chile

Espacios de la Juventud

Uno de los problemas de adaptación en las ciudades está en los requerimientos de la juventud para gozar de espacios libres de reunión y su compaginación con el descanso de los vecinos.
Los urbanistas, pero sobre todo los políticos que administran el suelo, no han resuelto satisfactoriamente los espacios de expansión que la juventud requiere para desarrollar su propia convivencia. Un fenómeno urbano generado en las últimas décadas de los años 2000 en la zona mediterránea es la predilección de la juventud por salir y encontrarse en la noche; confluyendo al tiempo en otra situación propia del adolescente que es la de su limitación de recursos económicos para alternar en discotecas y salas de reunión. La consecuencia es que los jóvenes se reúnen en plazas y calles públicas, con la constante perturbación de la tranquilidad de quien a esas horas debería conciliar el sueño reparador.
El recurso de las autoridades competentes se ha decantado o por prohibir la estancia de los muchachos o por dejar a los vecinos a su suerte.
El planteamiento del urbanismo tiene que ser ágil y dar respuesta a las necesidades de cada generación. A las nuevas costumbres de los jóvenes habrá que dar respuestas sociales que asuman sus nuevos hábitos y no la simple represión.
Las ciudades antiguas, que las autoridades no asumen modernizar, presentan evidentes carencias a los nuevos modos de vida de la modernidad. Insuficiencia de aparcamientos, falta de parques, carencia de instalaciones deportivas, vías insuficientes para el tráfico, y falta de espacios sociales de reunión. La imprevisión y la especulación del suelo lo condicionan casi todo.
A falta de espacio, la necesidad de dar respuestas urbanísticas a los problemas actuales quizá pase por la readaptación de los edificios de servicios públicos para su adecuación a las nuevas necesidades. ¿Por qué el edificio de viejas oficinas municipales no su ubica en espacio más apropiado y sobre ese solar se construyen dotaciones sociales? ¿Por qué en el solar que ocupa una vieja iglesia no se puede construir un nuevo templo, una escuela, un gimnasio y un local de reunión? ¿Por qué los liceos no pueden albergar al tiempo espacios de ocio, cultura y educación? Adaptar y rentabilizar la utilización de muchos espacios para que los jóvenes puedan utilizarlos como puntos de encuentro las noches de viernes y sábados es una alternativa a tener que usar la vía pública como estancia. ¿No podrían los centros universitarios adaptar locales para una amplia programación de esparcimiento las vísperas festivas? ¿Acaso no se puede ejercer una animación social dirigida a jóvenes en los recintos polideportivos?
Prohibir muchas veces no produce sino el efecto de desplazamiento de la conducta que se quiere evitar. Dotar medios y alternativas supone asumir la responsabilidad de facilitar la convivencia a todos los ciudadanos, convergiendo derechos que parecen antagónicos, con ofertas que el mismo tiempo contengan una dimensión de autoeducación de los hábitos de ocio. 


Algunos de los Espacios Juveniles son:

-Internet, redes sociales online


-Teléfonos móviles



-Videojuegos online


-Centros deportivos



-Fiestas



-Centros Musicales



Características de la Cultura juvenil

En la actualidad, tenemos una juventud apática, indiferente en el ámbito social, desmotivada y centrada principalmente en su beneficio individual.


Línea de pensamiento
Su toma de decisiones está basada en un beneficio propio medible: si les conviene, actúan; si no es así, no merece su tiempo ni dedicación.
Por otra parte, al ser egocéntricos piensan que los demás sí deben actuar en favor de ellos, pues son merecedores por naturaleza.
Dos pensamientos mutuamente excluyentes generan enojo, ira y violencia. Pues para estar en equilibrio, deben estar balanceadas las acciones de dar y recibir.
Quienes están acostumbrados a pensar en otros y dar como convicción, comienzan a dudar si dicha postura es justa, sintiendo un abuso por parte de la juventud.

El individualismo causa separación, enojo, indiferencia social y, por tanto, soledad. Los individualistas basan su actuar en los impulsos de una satisfacción momentánea, sin contemplar el efecto de su actuar en el futuro y en otros.
Los jóvenes desean ser ricos, tener fama, éxito, pero no se preguntan cómo lo lograrán. No ven que se requiere de estudiar y de esfuerzo para lograr los objetivos.
Al no tener un motivador, un plan, se sienten desorientados, sin rumbo, insatisfechos y tienden a una depresión o apatía aun mayor.



Aprecio de los valores de la subjetividad

La juventud se muestra más atraída por los valores e intereses de los individuos y los grupos pequeños. Los movimientos sociales que más les atraen son los que se relacionan con sentimientos humanitarios y ambientales; y mucho menos los de cuño más político-militante. La dimensión lúdica, deportiva y cultural predomina sobre lo reivindicativo o de influencia social; las instituciones que más les inspiran confianza son las que se basan en las relaciones interpersonales: La Iglesia, prensa, sindicatos, instancias gubernamentales tienen un nivel medio de aceptación; con oportunidad de una mayor aceptación en la medida en que se muestren más democráticos y más cercanos a la vida cotidiana.


Actitudes de tolerancia o de relativismo

 La juventud acepta con más facilidad el pluralismo ideológico y social. Es posible hasta encontrar expresiones de intolerancia, pero esto no parece ser la tónica. Se ven las diferencias culturales y de comportamiento con más naturalidad y dan la impresión de un relativismo moral. Los periodistas informaron que en el encuentro del Papa Juan Pablo II con cerca de cuatrocientos mil jóvenes en Denver (USA), mientras el Papa condenaba las relaciones sexuales fuera del matrimonio, el uso de drogas etc., las juventudes reían y aplaudían. Una buena relación grupal y festiva se pone por encima de las divergencias de opinión o de convicciones. La juventud se inclina a aceptar a las personas en el conjunto de sus circunstancias sin llegar a discutirlas. Estaría aquí la expresión de una sociedad bajo la señal del pluralismo; bombardeado por imágenes y diversificación de mensajes. La síntesis conclusiva es de la aceptación de las personas en sus trayectorias y expresiones.

Sentimiento de inseguridad y de autoafirmación

 Más exactamente porque bajo el impacto del pluralismo, puede notarse la inseguridad y la necesidad de auto afirmación de esta generación posmoderna de jóvenes. La afirmación del individuo no consigue ser suficientemente fuerte para superar el anonimato en medio del pluralismo. "El déficit de identidad personal es enormemente grave en el mundo juvenil. De ahí que se busque una ‘identidad prestada’ en grupos de tiempo libre o de carácter religioso, en tribus urbanas, en grupos violentos de ideologías extremistas, en sectas, que acogen a jóvenes sin una identidad lograda, dándoles un apoyo colectivo que llene el vacío psicológico. Esta falta de identidad acaso explique la obsesión por la imagen: una fachada atractiva camufla la debilidad de la estructura. La ropa y la moda en general, instrumentos de uso "consagrado" entre los jóvenes, son recursos que buscan llenar la necesidad social de pertenecer a un grupo. También expresan esta ansiedad de auto-afirmación. La inseguridad personal frecuentemente lleva anexa una baja autoestima que, en el fondo clama por un nido afectivo, un clima de acogida y de calor humano, independientemente de otras diferencias.



La amistad como valor

Se entiende en este conjunto de sensibilidades que vamos describiendo, que la amistad adquiere un significado especial para los jóvenes. Se vuelve un elemento afectivo del que se necesita, y al mismo tiempo un encuentro de auto-afirmación y de reforzamiento de la identidad. Una red de amigos significa de algún modo estabilidad emocional e integración social para los jóvenes; de ahí la importancia de los grupos de amigos y sus momentos de expresión e iniciativas. También por esto en sus problemas, el/la joven no busca tanto una voz de un orientador de experiencia como una persona amiga. Es típico el hecho que se verifica: en el período de la formación, vemos más a los jóvenes conversando con sus iguales de sus problemas íntimos, que con las personas encargadas de la formación. En las relaciones interpersonales aparecen dos tendencias aparentemente contradictorias: buscan relaciones que no generan compromisos serios, pero al mismo tiempo, ansían la fidelidad.



Inserción en la provisionalidad
Sabemos como la cultura moderna trajo un nuevo concepto espacial, pero también cambió substancialmente la inserción humana en el tiempo. La velocidad del movimiento, el bombardeo rápido de mensajes y la alternancia de imágenes, el progreso de las ciencias y tecnologías, el crecimiento de la productividad y el exacerbamiento del consumo, contribuyen en su conjunto a dar velocidad a la vida y generar un sentimiento profundo de que todo es provisional. El futuro se vuelve una incógnita y de una cierta manera también una amenaza angustiante. La juventud, más que el mundo del adulto, vive esta nueva temporalidad y expresa en su vida las consecuencias. Este sentimiento de provisionalidad abarca todas sus relaciones, a veces de una manera contradictoria, como mencionamos previamente con respecto a la amistad. Así, la juventud con facilidad se abre más a certezas absolutas y de referencia más duraderas. Sus opiniones y sentimientos pueden cambiar rápidamente. "Esto genera en los/las jóvenes un acusado pragmatismo, orientado hacia lo útil en cada instante, que le lleva incluso a la construcción de sus propios universos éticos, dotados de una gran habilidad y de escasa consistencia. Todo esto conduce a formar personalidades sin convicciones sólidas, sin certezas asimiladas vitalmente, que no se sienten capaces de opciones definitivas que comprometan para siempre" . La juventud carga un fuerte sentimiento de solidaridad, tiene simpatía por ella, pero sobre compromisos frágiles.

Valoración del placer y de la fiesta 
La cultura moderna, aunque experimente una profunda ambigüedad de desigualdad, de exclusión, y albergue los dolores de una humanidad en su mayor parte empobrecida, no obstante todo esto, cultiva sueños de la felicidad y de placer; de ocio y de tiempo libre. La juventud moderna tiende a vivir al máximo esta propuesta y los recursos que se le ofrecen. Distanciada de las relaciones de trabajo, como ya mencionamos, tiende a no cultivar grandes aspiraciones económicas así como no tener una necesidad de ahorrar. Los propios padres son, muchas veces, los que favorecen esta tendencia, al querer ofrecer a sus hijos aquello que, en términos de consumismo, ellos mismos no tenían en su juventud. El tiempo de la fiesta se vive como libre de las coerciones y normas.
Junto con la fiesta, el placer merece observaciones específicas. Aunque la sociedad contemporánea no prescinda de formas de culpabilización, es bastante evidente como se distancia hoy la relación entre placer y culpa. Así, se vuelve difícil para los jóvenes percibir y reconocer los límites o por lo menos las posibles ambigüedades éticas entre el placer y la fiesta. Se vuelve antológico en este sentido el caso de los jóvenes que en Brasilia, se embriagaron y prendieron fuego a un indígena pataxó que dormía en un jardín. Incriminados por la muerte del indígena, ellos se defendieron diciendo que simplemente tenían la intención de divertirse más no de matarlo.
En la antítesis del placer, el sufrimiento, el dolor y la renuncia se vuelven problemáticas para la juventud moderna. Cargando quizás un poco la tinta, Jiménez Ortiz afirma que los jóvenes "adolecen de poca capacidad para soportar el sufrimiento y la renuncia. Su escasa consistencia psicológica los hace enormemente vulnerables. La búsqueda de la gratificación inmediata condiciona la solidez de todo compromiso. No resulta comprensible una opción que deba mantenerse con el esfuerzo ascético. Para la actual generación de jóvenes, la noche se ha convertido en su símbolo por excelencia: es el tiempo ‘sin tiempo’, sin reloj y sin horario, es el espacio de la libertad sin disciplina y sin exigencias externas, es el lugar de la ambigüedad y de la seducción, de las emociones y de la fragilidad, del placer y de la vulnerabilidad".




Apertura al trascendente
 La apertura de la juventud al trascendente, al mismo tiempo que innegable, se rodea de una pluralidad de sentidos, y como otros se impone en la sociedad de hoy. Los muchos signos religiosos más o menos explícitos incorporados en la ropa y los adornos revelan por lo menos un sentimiento vago de trascendencia que la juventud cultiva. Las expresiones religiosas explícitas, en general, tienden a participar de las características previamente apuntadas. No es tan fácil, con la juventud, pasar de la fe al compromiso. Es posible que una participación en los grupos religiosos signifique más una afirmación de "pertenencia" que de "creencia". La búsqueda del trascendente se compone y no podría ser diferente, como un conjunto de necesidades experimentadas por los jóvenes, particularmente en términos de solución de sus angustias, de recuperación de autoestima, de afirmación de su identidad e integración social, de búsqueda de un sentido de vida capaz de potencializar el enfrentar al futuro.



Concepto de cultura

 Cultura es un “sistema de significados, actitudes y valores compartidos y las formas simbólicas, sean acciones o creaciones, en que éstos se traducen y se expresan” ¢ (Burke, Peter. 1990. Cultura popular en Europa moderna, Alianza Editorial, Madrid).
     ''Cultura denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales los seres humanos comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes frente a la vida” ¢ (Geertz, Clifford, 1987. La interpretación de las culturas. Ed. Gedisa, Barcelona).
 




Nuestro blog

¡Te damos la bienvenida a nuestro blog! En esta página veremos los diferentes aspectos de la cultura juvenil, los problemas que afectan a nuestros jóvenes hoy como la aceptación, tendencias, prejuicios, entre otros temas. 

El objetivo de nuestro blog es tener conocimiento de nuestra cultura juvenil y formando opinión en los jóvenes dispuestos a comunicar distintos pensamientos.